Tomar decisiones parece difícil
aunque lo que más cuesta es mantenerse en ellas.
Cuantas veces sentimos en lo más profundo ¡esto no funciona¡
Cuántas veces sentimos ¡ya no puedo más¡
Y cuantas veces nuestra mente nos arrastra a desistir en lugar de perseverar en lo que sentimos, en lugar de aceptar esa otra realidad, la del corazón.
No tenemos costumbre de escuchar el corazón y, si lo escuchamos, es tan suave y endeble la escucha que automáticamente se borra para dar paso a pensamientos alborotados que nos arrastran al miedo.
Se dice que la mayor causa de enfermedades en el mundo es el miedo, se sabe, que también es la causa de sufrimientos, tristezas, rabias y enfados, de frustraciones y desencuentros, es la causa que nos impide creer en nosotros mismos, en los demás y en la vida toda.
El miedo frena, encoje, corta la libertad, arranca sueños, desencadena tormentas emocionales, destapa la tristeza y desgasta la vida.
Y si lo sabemos ¿Por qué dejamos que nos inunde? ¿Porque no escucharlo para saber que es realmente lo que nos dice? Si escuchamos nuestros miedos y los conocemos tenemos a nuestro alcance comprender que es lo que debemos hacer y cómo debemos actuar. Por ejemplo si tenemos miedo a estar solos, podemos comprender que eso es precisamente lo que debemos hacer, atrevernos a vivir solos, si por el contrario tenemos miedo a compartir ya sabemos que debemos atrevernos a vivir con otra o más personas.
El miedo es un aliado que nos indica siempre lo que podemos hacer para aprender y ser felices, tan solo hay que escucharlo y saber interpretarlo. Cuando eres capaz de vencer un miedo te sientes más fuerte, más capaz, más tú mismo y esa seguridad te aporta confianza y felicidad, tu autoestima crece y se refuerza.
¿Dónde está entonces la clave para decidir y mantenerse en la decisión tomada? Actuar de inmediato ante lo que sentimos, la acción ha de llegar de inmediato. Debemos recordar que el corazón nunca se equivoca ya que en él se encuentra nuestro proyecto de vida y cuando sabemos lo que debemos hacer, la acción ha de ser rápida. Si no actuamos con rapidez y confianza ponemos en peligro un buen resultado además de impedir sentirnos en paz sabiendo que hicimos lo adecuado y hemos sido capaces.
Ante una decisión tomada desde el corazón, el Universo entero se pone en marcha para ofrecerte lo que necesitas para lograrlo, te pone delante siempre todos los pasos necesarios para que logres tus objetivos y,… mucho más, que no podrías ni haber imaginado.
Es bueno y necesario tomar decisiones y mantenerse en ellas, toma las tuyas y descubrirás nuevos caminos que a través del miedo eras incapaz de ver.