“Desde el silencio descienden y nos inundan de serenidad”
Sin tema, sin expectativa, sin pretender ni controlar, continúan surgiendo los Ángeles entre los colores y la tela. Siguen manifestándose despacito, en silencio dulce, recordándome que Ellos siguen ahí guiando mi caminar. Su sonido es un murmullo en diferentes tonos profundos que hablan al oído del que está dispuesto a escuchar. Los años pasan, la vida sigue su curso y Ellos siguen, aun sin ser vistos ni recordados, me recuerdan suavecito que debo seguir firme y alegre, perseverante y humilde más allá de opiniones, palabras, tendencias, circunstancias o demás ruidos que la vida ofrece. No hay tiempo que perder, ni tiempo para derrochar, no hay tiempo ya para querer entender y sí para aceptar. La acción adecuada siempre apunto nos indica detenernos atentos o, actuar atentos. La pintura y el color marcan mis pasos y dejo que sean Ellos los que guíen mis manos, colores y formas. Son Ellos junto con los Devas los que dan forma a todo lo conocido; pensamientos, objetos, sentimientos… para que sigamos acercándonos a la misteriosa esencia profunda que no tiene forma concreta.
Casi invisibles nos acompañan, protegen e instruyen en nuestras vidas, sanan el planeta y preservan nuestros espacios vitales, disfrutemos de Ellos más que nunca.