Mis manos guardan el aplauso contagioso de los
cientos de espectadores que disfrutamos de la danza y la música hace unos días
en el teatro Tívoli de Barcelona, se contagiaron de tal entusiasmo y alegría que
siguen vivas y con mayor fuerza expresiva. Realmente sentir, ver, compartir… la
belleza de la creación, la fuerza de la acción adecuada, la vibración intensa
del movimiento de los bailarines, el color luminoso, su mirada y gesto junto
con los sonidos en acción-movimiento de los músicos, fue hermoso. La música
unida y fundida con la danza en una misma respiración-ritmo-belleza. Los
sonidos profundos, intensos, vibrantes, suaves, delicados y alegres se unieron
al movimiento armonioso del sentir de los bailarines. Toda una sorpresa de
interacción nueva en el espectáculo de la danza, sinergia que demuestra el
talento de personas y equipos que trabajan día a día con ganas, ilusión y
profesionalidad arriesgándose en entregar lo mejor de ellos en cada segundo.
Irrepetible y digno de verse, una pena que sea una despedida.
cientos de espectadores que disfrutamos de la danza y la música hace unos días
en el teatro Tívoli de Barcelona, se contagiaron de tal entusiasmo y alegría que
siguen vivas y con mayor fuerza expresiva. Realmente sentir, ver, compartir… la
belleza de la creación, la fuerza de la acción adecuada, la vibración intensa
del movimiento de los bailarines, el color luminoso, su mirada y gesto junto
con los sonidos en acción-movimiento de los músicos, fue hermoso. La música
unida y fundida con la danza en una misma respiración-ritmo-belleza. Los
sonidos profundos, intensos, vibrantes, suaves, delicados y alegres se unieron
al movimiento armonioso del sentir de los bailarines. Toda una sorpresa de
interacción nueva en el espectáculo de la danza, sinergia que demuestra el
talento de personas y equipos que trabajan día a día con ganas, ilusión y
profesionalidad arriesgándose en entregar lo mejor de ellos en cada segundo.
Irrepetible y digno de verse, una pena que sea una despedida.
Hace unos días escribía que pena lo poco que se
cuida y se respeta la cultura, en este país al que pertenezco y que a veces me
entristece. Una vez más, veremos alejarse a jóvenes artistas mundialmente reconocidos
para seguir sus caminos creativos e
innovadores enriqueciendo la cultura en otros países. Ángel Corella nos ofreció
un espectáculo digno del mejor país, digno de una cultura radiante de
creatividad y novedad, es un creador nato igual que el músico Ara Malikían y
“La Orquesta en el tejado” atrevidos, alegres, y virtuosos que nos
deleitaron dos horas haciendo brotar la sonrisa, la admiración el sentir hondo
de que merece la pena seguir viviendo. Nos inundaron de poesía hasta el último
poro, su complicidad, sus movimientos rítmicos y armoniosos, valientes y
espontáneos… todo fue un regalo para recomendar y disfrutar.
cuida y se respeta la cultura, en este país al que pertenezco y que a veces me
entristece. Una vez más, veremos alejarse a jóvenes artistas mundialmente reconocidos
para seguir sus caminos creativos e
innovadores enriqueciendo la cultura en otros países. Ángel Corella nos ofreció
un espectáculo digno del mejor país, digno de una cultura radiante de
creatividad y novedad, es un creador nato igual que el músico Ara Malikían y
“La Orquesta en el tejado” atrevidos, alegres, y virtuosos que nos
deleitaron dos horas haciendo brotar la sonrisa, la admiración el sentir hondo
de que merece la pena seguir viviendo. Nos inundaron de poesía hasta el último
poro, su complicidad, sus movimientos rítmicos y armoniosos, valientes y
espontáneos… todo fue un regalo para recomendar y disfrutar.
“Inundémonos de belleza y el mundo
cambiará” como artista y creadora es mi obligación encontrarla, sentirla y
mostrarla, y mientras sigo adelante continuaré en el intento llenándome de la
belleza de aquellos que no se rinden y se atreven a innovar.
cambiará” como artista y creadora es mi obligación encontrarla, sentirla y
mostrarla, y mientras sigo adelante continuaré en el intento llenándome de la
belleza de aquellos que no se rinden y se atreven a innovar.