aceptas tu realidad y se manifiesta con sensación de tristeza, desesperanza o
como una carga pesada de aceptar, incluso se puede registrar como una culpa por
no haber hecho lo adecuado. La soledad, apenas está reconocida como una
experiencia necesaria, vital y reconfortante.
Nos han enseñado a temerla como si
fuese una mala compañía, sin embargo ¡cuántas veces nos hemos sentido solos
estando en compañía¡ Esta sí es una soledad terrible de sobrellevar, en cambio
el espacio de soledad buscada que debemos encontrar todos a diario, es
imprescindible para sentir la libertad de ser uno mismo. La sociedad nos vende
necesidades obligatorias para ser felices en las que es totalmente recomendable
y sano estar con… o tener… y nos envía mensajes subliminales para sentir la
necesidad de compartir o encontrar lo que necesitamos fuera de nosotros. Puro marketing
para que dependamos de todo y de todos.
PARA NOSOTROS. Tiempo para escucharnos, conocernos y saber decidir
adecuadamente, podernos respetar y no dejar de hacer aquellas cosas que amamos.
Nos permite descubrir nuestras propias trampas y como vencerlas.
La soledad desde luego tiene también riesgos,
puedes fácilmente encerrarte en ti mismo escondiendo tus sentimientos, dejar de
compartir sin querer escuchar a los demás.
Incluso inconscientemente puede arrastrarte a escucharte tanto, que no solo te vuelvas egoísta, sino que
te obsesiones de ti mismo y entres en depresión.
equilibrio de tener tiempo para todo. ¿Será cuestión de aceptar la soledad como
una amiga y organizar bien nuestro día a día? Tenemos 24 horas cada día para
escucharnos y escuchar único modo de saber respetarnos y respetar.
no dejarse arrastrar por los demás ni razonar demasiado con nosotros mismos. La
clave está, como siempre, en intentar vivir el presente, instante a instante,
único camino de conectar con nuestro silencio, conciencia, o ser interior. En
este intento buscar y abrazar la soledad es una oportunidad para encontrar ese
silencio necesario para trabajar disfrutando, descansar respetándonos,
compartir en tolerancia, para tomar decisiones y dejar que los demás también
puedan tomarlas, disfrutar viendo como los demás disfrutan utilizando sus
cualidades, decidir sin oprimir ni claudicar, para expresar con total
sinceridad, saber colocarnos en el lugar que nos corresponde…