Viaje a la Catedral de Chartres: "Retomar el testigo de otras vidas"
Penetrar en esta Catedral de piedra y cristal es ya un privilegio, recorrer su laberinto sintiendo las piedras bajo nuestros pies nos lleva a percibir nuestra propia sombra y nuestra propia luz sin riego a perdernos. Nos conduce al mismo centro del Amor Divino siendo conscientes, y una vez llegamos al centro del laberinto nos fundimos con nuestra alma aceptándonos y entregándonos a nuestro propio destino. Sus once vueltas hacia fuera nos permite integrar lo sentido decidiendo ponerlo en práctica en la vida real.