Es cierto que diariamente la vida provoca
generar violencia, es cierto que hay quien crea humor a partir de ella y es
cierto que el ser humano debe sanarla en lugar de practicarla o no darle
demasiada importancia.
Pero también es cierto que hay personas, seres
humanos que se dedican, nos dedicamos, intensa y casi exclusivamente a generar
belleza, poesía, armonía en sus infinitos lenguajes. Hay muchos que pasan
desapercibidos y algunos que tienen la posibilidad de mostrarlo públicamente y
este es el caso de Jaume Plensa.
Según mi parecer, acepta y recibe en el 2014 su
bien merecido Premio Velazquez 2013. Nos regala sus comentarios y su
trayectoria honesta y consecuente, más allá de aplausos y pocos reconocimientos
por parte ni de Cataluña ni de España. El, es consciente de recibirlo, puede,
porque es humilde y consecuente más allá de políticas y pareceres.
Merece la pena leer la noticia por leer y
sentir sus palabras, no se cansa de reivindicar siempre la importancia tan necesaria del arte y la poesía como
ayuda a la sociedad.
«Es
un Momento de tanta rigidez en la política, de tanta superficialidad en la
cultura y de tanta codicia en la economía, que el arte y la poesía son más
necesarias que nunca para ayudar a la sociedad a crear modelos éticos de
comportamiento».
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Foto: Mark Payne
Escultura Dream en Saint Helens, en el condado de Merseyside.
Preside una colina del antiguo barrio minero de Sutton. |
“Este
lugar es más bonito con la escultura de Jaume Plensa: él le ha devuelto el alma
al pueblo”
Un sueño hecho realidad, venciendo
dificultades, como suele ocurrir, por el pueblo de Saint Helens.
Siempre comprometido con el arte como
herramienta de crear silencio, belleza y ética, de nuevo se compromete públicamente
asumiendo, como responsabilidad del artista, introducir belleza en el día a día
de la sociedad.
En
un momento delicado y decisivo de mi vida, viendo y sintiendo una exposición de
Jaume Plensa en la MAEG, pude perderme dentro de mí, escucharme y llorar, pasó
un tiempo indefinido, allí sentada frente a sus esculturas, para poder comprender
que había dejado bastante abandonado lo que más amaba en mi vida. Han pasado
muchos años desde entonces y nunca olvidaré lo que sentí y lo que decidí en
aquellos instantes.
Tomé
consciencia de lo que sentía y días después dejé de hacer lo que no sentía.
A lo
largo de mi vida, en momentos especiales y precisos, siempre me encontré
aquella belleza que necesitaba para volver a sentir y comprender. En diferentes
lenguajes; piano, escultura, pintura, color…la belleza me ayudó a tomar
consciencia y de ahí discernir actuando en consecuencia.
Gracias
Jaume por recordarnos una vez más la responsabilidad que tenemos los artistas
para crear y mostrar belleza, silencio, armonía, honestidad, ética y todos
aquellos valores que engrandecen al ser humano, como tú nos muestras siempre.